La variable fundamental que media en el proceso de Indefensión Aprendida (IA) era la incontrolabilidad, entendida como la no relación entre comportamiento y consecuencia. De esta manera, la no relación de contingencia entre causa y comportamiento generaba unas escasas o nulas expectativas de éxito al realizar un comportamiento determinado. Esta falta de contingencia, a su vez, producía alteraciones neuroquímicas e inmunológicas a nivel fisiológico (Maier y Seligman, 1976). Es más, según este modelo, este fenómeno producía una triada de déficits interrelacionados a nivel cognitivo, a nivel motivacional y a nivel emotivo-fisiológico que podían dar explicación a los síntomas de la depresión en humanos (Maldonado, 1998).
a) Los déficit encontrados a nivel cognitivo se conforman entorno a las expectativas de no contingencia futura entre las respuestas y los reforzadores de la conducta emitida. Estas expectativas de no relación entre comportamiento y consecuencia influyen negativamente en el aprendizaje de nuevos comportamientos de éxito. La consecuencia cognitiva fundamental de este déficit son las expectativas de incontrolabilidad: las expectativas de falta de control sobre la propia conducta retrasan la formación de asociaciones entre respuesta y consecuencia, aunque la nueva respuesta sea contingente. Es decir, aunque en la nueva situación haya contingencia, el individuo indefenso no es capaz de verla y lo que podría ser un aprendizaje de éxito se convierte en un fracaso. Por consiguiente, existe un retraso o interferencia en el aprendizaje de nuevas tareas de éxito. Para explicar la depresión en humanos, una característica del componente cognitivo de este modelo es que se propone al estilo cognitivo negativo como un factor modulador, tanto en el origen como en el mantenimiento de la depresión, siendo éste un factor predictivo de la depresión.
b) Los déficits motivacionales dan explicación a la inactividad. Esta inactividad depende fundamentalmente de la ausencia de incentivos para responder, de la ausencia de reforzadores. El individuo no va a emitir una respuesta en tanto en cuanto su respuesta no vaya a conseguir un resultado positivo. Esto convierte a la propia conducta en inútil, por lo que se va a dejar de emitir (“para qué voy a hacer esto, si no sirve de nada realizarlo”).
c) Los déficits emotivo-fisiológicos se producen cuando se produce una situación aversiva que es vivenciada como incontrolable. Inicialmente esta situación traumática produce un estado de ansiedad que posteriormente genera un estado de depresión que va a producir un deterioro en las aminas cerebrales y en el sistema inmunológico. Los déficits fisiológicos encontrados implican, sobre todo, al eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, pero si se cronifican pueden producir otras alteraciones.
Debido a la similitud entre los déficits producidos por la indefensión y los síntomas característicos de la depresión, este modelo se propuso como un modelo explicativo adecuado para el estudio de la etiología y tratamiento de la depresión humana. En la tabla se presenta la semejanza que puede existir entre los síntomas característicos de la depresión y la sintomatología producida tras la exposición a una situación aversiva incontrolable.
a) Los déficit encontrados a nivel cognitivo se conforman entorno a las expectativas de no contingencia futura entre las respuestas y los reforzadores de la conducta emitida. Estas expectativas de no relación entre comportamiento y consecuencia influyen negativamente en el aprendizaje de nuevos comportamientos de éxito. La consecuencia cognitiva fundamental de este déficit son las expectativas de incontrolabilidad: las expectativas de falta de control sobre la propia conducta retrasan la formación de asociaciones entre respuesta y consecuencia, aunque la nueva respuesta sea contingente. Es decir, aunque en la nueva situación haya contingencia, el individuo indefenso no es capaz de verla y lo que podría ser un aprendizaje de éxito se convierte en un fracaso. Por consiguiente, existe un retraso o interferencia en el aprendizaje de nuevas tareas de éxito. Para explicar la depresión en humanos, una característica del componente cognitivo de este modelo es que se propone al estilo cognitivo negativo como un factor modulador, tanto en el origen como en el mantenimiento de la depresión, siendo éste un factor predictivo de la depresión.
b) Los déficits motivacionales dan explicación a la inactividad. Esta inactividad depende fundamentalmente de la ausencia de incentivos para responder, de la ausencia de reforzadores. El individuo no va a emitir una respuesta en tanto en cuanto su respuesta no vaya a conseguir un resultado positivo. Esto convierte a la propia conducta en inútil, por lo que se va a dejar de emitir (“para qué voy a hacer esto, si no sirve de nada realizarlo”).
c) Los déficits emotivo-fisiológicos se producen cuando se produce una situación aversiva que es vivenciada como incontrolable. Inicialmente esta situación traumática produce un estado de ansiedad que posteriormente genera un estado de depresión que va a producir un deterioro en las aminas cerebrales y en el sistema inmunológico. Los déficits fisiológicos encontrados implican, sobre todo, al eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, pero si se cronifican pueden producir otras alteraciones.
Debido a la similitud entre los déficits producidos por la indefensión y los síntomas característicos de la depresión, este modelo se propuso como un modelo explicativo adecuado para el estudio de la etiología y tratamiento de la depresión humana. En la tabla se presenta la semejanza que puede existir entre los síntomas característicos de la depresión y la sintomatología producida tras la exposición a una situación aversiva incontrolable.
SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN
Situación traumática inicial
Síntomas motivacionales:
Apatía Desgana Aislamiento social Síntomas cognitivos: Pesimismo Autoculpabilidad Síntomas afectivos: Tristeza Autoagresividad Ausencia de sentimientos Ansiedad Síntomas fisiológicos: Frigidez/Impotencia Anorexia Dolores difusos Fatigabilidad Trastornos noradregénicos y serotoninérgicos |
SÍNTOMAS DE LA INDEFENSIÓN
Situación aversiva incontrolable
Déficits motivacionales:
Inactividad Ausencia de incentivos Conducta social alterada Pérdida de estatus social Déficits cognitivos: Expectativas negativas Sistema atribucional negativo Déficits emocionales: Depresión Ansiedad Menor agresividad Déficits biológicos: Conducta sexual alterada Trastornos alimenticios Decremento de la norepinefrina y serotonina Úlceras y alteraciones en el sistema inmunológico |
Según este modelo, la depresión aparece en situaciones donde es difícil controlar lo que va a ocurrir y esta misma situación puede darse durante el proceso oncológico. Si entendemos la enfermedad oncológica como una situación aversiva que supone una amenaza para la vida, podemos entender que, en ocasiones, el paciente se enfrenta a diferentes situaciones en las que le resulta difícil predecir y controlar el transcurso su propia enfermedad (incontrolabilidad). Así, el modelo de la IA permite explicar las alteraciones emocionales que más comúnmente afectan a los pacientes con cáncer: la ansiedad y la depresión. La ansiedad aparece cuando la persona no sabe predecir qué es lo que va a ocurrir (en los momentos previos y posteriores al diagnóstico). Mientras que la depresión aparece cuando la persona no puede controlar su curación o cuando no puede controlar los desagradables efectos secundarios de los tratamientos (vómitos, cansancio, pérdida de cabello) (incontrolabilidad). Si el estado de indefensión se mantiene, las personas experimentan un conjunto de déficits a nivel conductual, emotivo y fisiológico (Maldonado, 1998). Además de estos déficit pueden encontrarse también una serie de efectos que siguen a la exposición a shocks incontrolables:
* Reducción de la agresividad y competitividad en un avariedad de situaciones (Rappaport y Maier, 1978; Willians, 1982).
* Condicionamiento de altos niveles de miedo a estímulos neutrales apareados al shock (Desiderato y Newman, 1971; Mineka y cols, 1984).
* Incremento de los síntomas del estrés, como es el caso de las úlceras (Weiss, 1971; 1977).
* Alteraciones de los niveles de cortisol y de neurotransmisores, tal como el caso de la norepinefrina (Weiss y cols, 1976; Anisman y cols, 1981).
* Incremento en la susceptibilidad a contraer varias clases de cánceres (Sklar y Anisman, 1981).
El modelo de la IA se configura en 3 componentes interrelacionados: el componente cognitivo-emotivo, el componente fisiológico y el componente conductual. Una característica del componente cognitivo-emotivo es que se propone al estilo cognitivo negativo como un factor modulador, tanto en el origen como en el mantenimiento de la depresión, considerándose un factor predictivo de la depresión. Así, la incontrolabilidad puede ser una variable que, integrada en un modelo biopsicosocial, puede explicar la etiología y el tratamiento de las alteraciones emocionales en numerosos ámbitos de la psicología.
* Reducción de la agresividad y competitividad en un avariedad de situaciones (Rappaport y Maier, 1978; Willians, 1982).
* Condicionamiento de altos niveles de miedo a estímulos neutrales apareados al shock (Desiderato y Newman, 1971; Mineka y cols, 1984).
* Incremento de los síntomas del estrés, como es el caso de las úlceras (Weiss, 1971; 1977).
* Alteraciones de los niveles de cortisol y de neurotransmisores, tal como el caso de la norepinefrina (Weiss y cols, 1976; Anisman y cols, 1981).
* Incremento en la susceptibilidad a contraer varias clases de cánceres (Sklar y Anisman, 1981).
El modelo de la IA se configura en 3 componentes interrelacionados: el componente cognitivo-emotivo, el componente fisiológico y el componente conductual. Una característica del componente cognitivo-emotivo es que se propone al estilo cognitivo negativo como un factor modulador, tanto en el origen como en el mantenimiento de la depresión, considerándose un factor predictivo de la depresión. Así, la incontrolabilidad puede ser una variable que, integrada en un modelo biopsicosocial, puede explicar la etiología y el tratamiento de las alteraciones emocionales en numerosos ámbitos de la psicología.