Análisis experimental del comportamiento
B.F. Skinner fortaleció la concepción anterior de John B. Watson argumentando que el conductismo es la filosofía propia de la ciencia del comportamiento (Skinner, 1975). Hecho esto, defendió la idea de desarrollar una metodología y un esquema conceptual que permitieran la creación y desarrollo de una verdadera ciencia de la conducta. Sus esfuerzos constituyen el Análisis Experimental del Comportamiento.
Los objetivos del AEC, según Ardila (1999) son:
Los objetivos del AEC, según Ardila (1999) son:
- La descripción de relaciones funcionales entre clases de respuestas y clases de estímulos - explicación del comportamiento.
- Demostrar la confiabilidad y generalidad de las mismas.
- FILOGENÉTICAS: RELACIONADAS CON LAS POSIBILIDADES DE LA ESPECIE.
- ONTOGENÉTICAS: RELACIONADAS CON EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO.
- CULTURALES: RELACIONADAS CON LAS CONSTRUCCIONES QUE SE REALIZAN AL INTERIOR DE UN GRUPO.
Es en la psicología conductual, donde se formulan las categorías, las unidades analíticas, los parámetros, los paradigmas de investigación, y las leyes y principios implicados en el manejo de los datos. Cabe destacar aquí las ecuaciones que cubren todo el espectro organísmico y situacional que está implícito o explícito en un episodio de conducta. La más conocida de dichas ecuaciones es la comprendida en la fórmula: K=f [E,O,R,C], que significa que un segmento de conducta en un momento determinado (K) es función (f) de las interrelaciones establecidas entre los factores estimulares (E), organísmico-disposicionales (O), de respuesta o clases de respuesta respondientes y operantes (R), y las consecuencias que fortalecen a estas últimas (C).
Los paradigmas de investigación centrales desplegados son los del condicionamiento clásico y condicionamiento operante, así como sus diversas combinaciones y formas de presentación. Estos paradigmas son equivalentes a los "ejemplares" de Kuhn, pues desde sus modos básicos de ocurrencia empírica se desprenden leyes, teorías, aplicaciones e instrumentación juntas. Gracias a la investigación en estos rubros se han obtenido una gran cantidad de regularidades que desembocan en la formulación de principios aplicativos (como por ejemplo el reforzamiento, la extinción, el castigo y el contracondicionamiento). Algunos enfoques conductistas no radicales son puramente metodológicos (vertientes E-R), y otros además de ello sólo son parcialmente conductuales (vertientes E-O-R).
El punto de vista tradicional (E-R de Hull, etc) que intenta explicar el origen de la conducta como asociaciones de SS (estímulos) siendo [CI (estímulos consecuentes) y del CC (estímulos antecedentes)], considera la contigüidad temporal entre Rs (respuestas) y reforzadores como determinante esencial del condicionamiento. En el estudio del CC, la influencia de la contingencia ha obligado a una revisión de los mecanismos de aprendizaje subyacentes al mismo, lo que ha conducido a prestar atención a dicho factor en el estudio del CI.
Una de las pocas teorías o efectos en los que el fenómeno de contingencia entre Rs y consecuencias (reforzamiento) está sistemáticamente aplicado, es precísamente la teoría de IA de Seligman y Maier, quienes postulan que, como en el CC, el CI puede ser adecuadamente explicado en términos de las variaciones conjuntas de probabilidades entre Rs y consecuencias. En ella se puede observar:
Los paradigmas de investigación centrales desplegados son los del condicionamiento clásico y condicionamiento operante, así como sus diversas combinaciones y formas de presentación. Estos paradigmas son equivalentes a los "ejemplares" de Kuhn, pues desde sus modos básicos de ocurrencia empírica se desprenden leyes, teorías, aplicaciones e instrumentación juntas. Gracias a la investigación en estos rubros se han obtenido una gran cantidad de regularidades que desembocan en la formulación de principios aplicativos (como por ejemplo el reforzamiento, la extinción, el castigo y el contracondicionamiento). Algunos enfoques conductistas no radicales son puramente metodológicos (vertientes E-R), y otros además de ello sólo son parcialmente conductuales (vertientes E-O-R).
El punto de vista tradicional (E-R de Hull, etc) que intenta explicar el origen de la conducta como asociaciones de SS (estímulos) siendo [CI (estímulos consecuentes) y del CC (estímulos antecedentes)], considera la contigüidad temporal entre Rs (respuestas) y reforzadores como determinante esencial del condicionamiento. En el estudio del CC, la influencia de la contingencia ha obligado a una revisión de los mecanismos de aprendizaje subyacentes al mismo, lo que ha conducido a prestar atención a dicho factor en el estudio del CI.
Una de las pocas teorías o efectos en los que el fenómeno de contingencia entre Rs y consecuencias (reforzamiento) está sistemáticamente aplicado, es precísamente la teoría de IA de Seligman y Maier, quienes postulan que, como en el CC, el CI puede ser adecuadamente explicado en términos de las variaciones conjuntas de probabilidades entre Rs y consecuencias. En ella se puede observar:
- El eje de las Y definiría la probabilidad de una consecuencia contingente con la aparición de una R: [p(C/R)]. Si dicha consecuencia es apetitiva (condicionamiento de recompensa), en caso contrario si es aversiva (condicionamiento de castigo).
- En todos los casos: P(C/R)=1,0 representaría el fenómeno de reforzamiento contínuo; 0<P(C/R)>1,0 representaría el fenómeno de reforzamiento parcial o intermitente.
- El eje de las X definiría la probabilidad de una consecuencia en ausencia de la R:[p(C/R)]. Si dicha consecuencia es apetitiva, representaría la omisión, si es aversiva representaría el condicionamiento de evitación.